sábado, 28 de noviembre de 2015

Perspectiva extrañada

CRÓNICA SOBRE PERSPECTIVA EXTRAÑADA

La propuesta fue llevada a cabo con alumnos de 4° año TECIP (informática) de la E.E.S.T. N° 5 de Libertad, turno tarde. Durante los últimos dos trimestres el grupo comenzó a ausentarse sistemáticamente. Hubo clases que trabajamos con un alumno, otras con dos, y en la clase siguiente venían otros dos pero no eran los mismos de las veces anteriores. Las razones son diversas. También, la situación se agravó porque tuvimos muchos jueves sin clases (feriados, jornadas, enfermedad y trabajo en comisión de parte mía). Por este motivo, fue muy complejo construir un conocimiento con continuidad y evaluar dicho proceso.
Es por esto que decidí proponer, en el marco de las Evaluaciones Integradoras,  la siguiente consigna que escribo en el pizarrón (previamente les había indicado qué textos debían repasar y traer para la evaluación):
·         Elegí una de las siguientes posibilidades de escritura:
A.   Llega al Paraíso (Diario de Adán y Eva) el Minotauro y, cuando observa, ve a dos seres distintos de él.
Renarrá desde la perspectiva del Minotauro cuando Adán descubre a Eva por primera vez.
B.   En una ronda de tejedoras, se encuentran Penélope y Ariadna. Se cuentan sus desdichas, la relación con el hombre amado, la muerte, etc. Narrá este encuentro desde la mirada del tejido/ovillo.
C.   Después de muchos años se encuentran Calipso y Circe. Ambas cuentan sus aventuras con un hombre, ignoran que están hablando del mismo (Ulises). Un testigo inesperado, el Golem. Éste narrará la historia.
Compartimos entre todos las dudas sobre las consignas; recuperamos, de forma colectiva y oralmente, lo trabajado hasta el momento, especialmente cómo narra Adán el encuentro con Eva, cómo se construye la mirada extrañada. También, revisamos cada una de las propuestas de escritura para corroborar que han entendido lo que deben hacer. Algunos dicen que no comprenden. Entonces, sugiero que lo primero que deben hacer es concentrarse en el personaje que narrará la historia: quién es, cuál es su experiencia de vida, es un ser sociable o rehúye de la mirada de los otros, etc. A partir de esto, pensar cómo narraría este personaje los acontecimientos: cuánto conoce y cuánto ignora del mundo en el que ahora está. Como las dudas persisten, tomo una a una las opciones y, de forma oral, les sugiero un posible inicio de la historia.
Los alumnos comienzan por releer los textos en los que aparecen los personajes de la opción que seleccionaron. Luego, se pone en marcha la producción. Esto genera muchas dudas. Me consultan para saber si van por el camino correcto. Les observo algunos detalles como, por ejemplo, ¿es adecuado que el Golem utilice la palabra “mujer”?, ¿el ovillo o el tejido cómo construye su conocimiento, cómo percibe los estados de ánimo de los personajes?, etc. En el momento que algunos alumnos deciden introducir un diálogo en el texto, les anoto en el pizarrón algunos requerimientos formales (raya de diálogo; aclaración de las voces intervinientes; la posibilidad de utilizar  puntos suspensivos para significar que el interlocutor no contesta, no sigue el diálogo).
Finalizada la hora, me entregan los trabajos (la evaluación consta de dos puntos para resolver: el de la producción y explicar cómo aparece desarrollado el concepto de “cosmogonía” en dos de los textos estudiados). Nos queda pendiente para el próximo encuentro la puesta en común, el intercambio y las devoluciones pertinentes.  Esto se hará con la dinámica de un café literario: cada alumno leerá su producción, retomaremos los textos fuentes, compartiremos opiniones; mientras acompañamos esta actividad con café. La propuesta busca aproximar al alumno a la participación sin la preocupación de la “obligación” sino a partir de un clima distendido, recuperar el placer por aprender. 


PERSPECTIVAS EXTRAÑADAS
A.   Llega al Paraíso (Diario de Adán y Eva) el Minotauro y, cuando observa, ve a dos seres distintos de él.
Renarrá desde la perspectiva del Minotauro cuando Adán descubre a Eva por primera vez.



El Minotauro encerrado en su laberinto del mundo exterior un día decidió salir. Después de sentirse ofendido por las miradas de las personas de la ciudad, eligió irse a una selva cercana, se alojó en una cueva. Luego de pasar una noche fría y oscura, se despertó y vio a dos personas desnudas. Parecía que se estaban conociendo porque apenas hablaban. El Minotauro no se acercó porque los notaba diferentes de los demás. Esperó otro día y los vio en el agua. Al día siguiente, estaba lloviendo y se metieron en la cueva del Minotauro. Asustado, reaccionó y se los comió. Nunca se dio cuenta de que eran ellos dos por la oscuridad de la cueva.
Al otro día notó que las personas que observaba, día a día, habían desaparecido.

Franco Sotto

4° 4° TECIP

E.E.S.T. N° 5 – Libertad


B.   En una ronda de tejedoras, se encuentran Penélope y Ariadna. Se cuentan sus desdichas, la relación con el hombre amado, la muerte, etc. Narrá este encuentro desde la mirada del tejido/ovillo.



No puedo entender el objetivo que tiene, hacía mí, Penélope. Siento que me arma y desarma sin ninguna razón. Lo único que puedo hacer es escuchar cómo ella narra su historia con su amado. Puedo sentir en sus manos los nervios que tiene. No sé si son nervios o miedo del sólo hecho de saber que su amado puede estar con otra mujer y llegar a cambiarla. Luego de tanto tiempo que pasó entre que ella me armaba y desarmaba, siento que la descubren y se dan cuenta de que jamás terminará de armarme. Entonces… todo era un engaño para los pretendientes.
Llega el día en el que pondrá como objetivo que los pretendientes deberán forzar el arco de Ulises. Aquel que pueda se casará con ella. Siento que Penélope, cada vez, me arma con más velocidad y me desarma como si no le importara que existo.
En las manos de Ariadna me encuentro yo y puedo sentir cómo ella escucha la historia de Penélope. Ariadna comienza a narrar lo que vivió con su amado. Me entregó en las manos de Teseo para que él pudiera ingresar al laberinto y así luchar contra el minotauro. Me utilizó para no perderse. Luego de que pasó mucho tiempo, siento que me sujeta con fuerza y me utiliza para vencer al minotauro. Lo pudo lograr y gracias a mí salió del laberinto.
Terminaron de contar cada una su historia. Noto que llegaron a la conclusión de que el amado de Penélope logró llegar, pero el amado de Ariadna la dejó abandonada.

Franco Jordán

4° 4° TECIP

E.E.S.T. N° 5 – Libertad




Poemas que preguntan o preguntas que poeman

CRÓNICA DE LA CLASE SOBRE

POEMAS QUE PREGUNTAN

PREGUNTAS QUE POEMAN

Nos encontramos en la clase de Literatura de 4° año de Economía de la E.E.S. N° 4 de Libertad, turno mañana. La misma abarca los dos primeros módulos de la mañana del miércoles.
Mientras convoco a un grupo de alumnos que deben completar la exposición oral sobre lo desarrollado en la evaluación integradora y les tomo recuperatorio escrito a dos alumnas de 5° año de Sociales, les propongo a los alumnos restantes que formen grupos de cuatro integrantes para realizar nuestro último trabajo del año. Les reparto copias con los poemas del Libro de las preguntas de Pablo Neruda (selección). Les pido que anoten las siguientes preguntas y que anoten las conclusiones:
·         ¿Sobre qué temas preguntan los poemas?
·         ¿A quién dirige esas preguntas el  poeta?
·         ¿Cuando realiza la pregunta, busca una respuesta?
Les digo que, si detectan más de un tema, es conveniente agrupar los poemas en función de los mismos.
Cuando comienzan la lectura, la primera manifestación fue de sorpresa porque nunca habían leído poemas así. Luego, algunos festejaron el encuentro con este tipo de texto. A partir del debate surgen dudas sobre qué tipo de preguntas son las que formula el poeta: “¿capciosas?”. Me consultan sobre esta posibilidad. Les respondo que la palabra “capciosa” está ligada a “malintencionada”. Entonces creen que ese no es el término adecuado para este tipo de preguntas. Me dicen si no existen otro tipo de preguntas. A esto les contesto que están también las denominadas “retóricas” que son aquellas que no buscan que el receptor las responda. En un momento, me llama uno de los alumnos de otro grupo y cuando paso por el grupo de donde surgió la duda sobre el tipo de pregunta veo a las alumnas buscando en www.rae.es (en otras oportunidades hemos consultado esta página para aclarar dudas de significado y ortografía) la definición de ambas.
Las respuestas a las preguntas que les formulé fueron distintas en algunos puntos pero se complementan, por ejemplo:
·         Los temas son: la vida, la muerte, los sueños, la naturaleza y sus constantes cambios, relacionadas con el dolor y el desamor, la cárcel, etc.
·         Se pregunta a sí mismo, al lector, le pregunta a las cosas (tierra, mar, sueños, muerte, etc.)
·         En todas las preguntas busca una respuesta, son preguntas retóricas que no sólo deja pensando sino que también la respuesta está en la misma pregunta.
Luego de realizada esta parte de la tarea, de a dos, deberán seleccionar dos de las preguntas y elaborar una respuesta.
Esta parte de la tarea es compleja para los alumnos porque no saben cuál de las preguntas elegir, y si deben responder en forma poética o no (se sienten carentes de vocabulario y de recursos para hacerlo). A esta preocupación les respondo que no es necesario utilizar un lenguaje “exquisito”, que pueden tratar de mantener el estilo pero con un lenguaje próximo a ellos. También, me consultan sobre si las respuestas pueden ser simples y lógicas o tienen que ser muy elaboradas, si pueden utilizar otra pregunta como respuesta (“aunque esto sea de mala educación”, como me dijo una de las alumnas). Les respondo: En poesía, en la literatura, no sé si es correcto hablar de “mala educación”, pensemos que es una transgresión.
Finalizada la clase, me entregan las producciones e intercambiamos de forma parcial algunas apreciaciones sobre lo trabajado. A pesar de que estuvimos llevando a cabo la exposición oral por subgrupos para no interferir con el resto de la clase, los alumnos en todo momento se acercaban a consultarme y a compartir lo que resolvían.
El resultado de la tarea podría haber sido mejor si hubiésemos trabajado entre todos y no hubiera estado tan dividida la clase. De todos modos, valoro el compromiso y la responsabilidad de los alumnos en la resolución de las consignas.




XXII

Ayer, ayer dije a mis ojos
cuándo volveremos a vernos?
Cuando vea el reflejo de mi rostro
en un nuevo día.


XXIV

Cuando el preso piensa en la luz
es la misma que te ilumina?
Cuando el preso piensa en la luz
piensa de otra forma.
Piensa en su libertad
no en la luz que lo ilumina.


Joaquín Velázquez, Franco Caballero y Ángel Figueroa
4° 1° Economía
E.E.S. N° 4 “Leonardo Da Vinci” – Libertad


XXII

Ayer, ayer dije a mis ojos
cuándo volveremos a vernos?
Volveremos a vernos mañana,
cuando este día termine.


XXXIX

No ves que florece el manzano
para morir en la manzana?
Y si la manzana muere para que
florezca un nuevo manzano?


Mailén Rizzato y Agustina López
4° 1° Economía

E.E.S. N° 4 “Leonardo Da Vinci” – Libertad

Decálogo del Héroe y el Antihéroe

CRÓNICA DE LA CLASE SOBRE DECÁLOGOS

El grupo clase es complejo por la falta de participación y la apatía que demuestran en las distintas áreas. Estos alumnos pertenecen a 4° año ARVIS de la E.E.S. N°4 de Libertad, turno mañana. Algunos se aferran al celular como al tótem que guiará su salvación del “opio” de las clases. Cada propuesta de trabajo es un desafío, no hay un éxito medianamente asegurado. Por el contrario, debemos estar preparados para cualquier tipo de resultado.
Nos encontramos, como todos los martes, para compartir las tres primeras horas del día de clases (dos módulos, luego del recreo, otro módulo). La tarea se suma a la temática que venimos trabajando: la figura del héroe y del antihéroe.
Durante los dos primeros módulos:
Les propongo que formen tres grupos de seis integrantes cada uno. Si bien se demoran un poco para ubicarse, ya han decidido con quién van a trabajar. Leeremos los siguientes textos: Decálogo del perfecto cuentista de Horacio Quiroga, El decálogo más uno de Juan Carlos Onetti, Decálogo del escritor de Augusto Monterroso.  Cada grupo deberá leer el decálogo que le tocó por elección al azar (un integrante del grupo elige el texto sin saber de qué se trata, no ve lo escrito). Luego escribo en el pizarrón la fecha y el título “Decálogo”. Comienzo por preguntarles si saben qué significa esta palabra. Me responden que nunca la habían escuchado. Entonces les digo si pueden reconocer alguna otra palabra dentro del término escrito en el pizarrón, si la pueden asociar con algún término aprendido en otra materia. La alumna Brenda Orellana responde: “Deca ¿puede ser que significa diez? Por decaedro, década.” A partir de esto escribo en el pizarrón la descomposición morfológica de la palabra: Deca – Diez / Logos – Discurso. Y construimos de forma oral una definición entre todos. Les pido que anoten las siguientes preguntas para debatir sobre esos aspectos y tomar nota, para luego poder exponer y compartir con los compañeros, también deberán elegir uno o dos representantes del grupo para la exposición:
·         ¿Cuál es el tema que desarrolla este texto?
·         ¿Cómo está organizado?
·         ¿El texto explica, argumenta o da una instrucción?
·         ¿Cuáles son las características de esta secuencia textual?
·         ¿Quién es el emisor, quién se supone que es el receptor y cuál es la función de este texto?
Recorro los grupos compartiendo la evolución del trabajo, realizo algunas observaciones respecto del modo de organizarse e intercambiar opiniones, ya que el objetivo es que cada uno de los integrantes pueda aportar su propia opinión. Surge la duda sobre las diferencias entre las secuencias textuales. Les explico brevemente, por grupo a medida que me plantean la duda, cuáles son algunas de las características y les doy un ejemplo de forma oral de cada una. Continúo el recorrido. Son interesantes los cuestionamientos sobre la gramática que dispara este ejercicio, por ejemplo, “¿A qué persona le habla? Primera. No, tercera. Me parece que es segunda. ¿Pero cuál es la segunda persona?” Además, les pregunto: ¿En qué modo verbal está escrito el decálogo que les tocó?” Les doy las tres opciones y explico cuál es la función de cada uno. Intervengo para darles ejemplos sin darles la respuesta. También, fue necesario buscar información sobre los autores de los decálogos ya que desconocían quiénes eran, a qué ámbito pertenecían, a qué época. Les propuse que aquellos que tienen conexión a Internet desde el celular buscaran en alguna página de biografías la información, que si encontraban primero Wikipedia no la descartaran pero que corroboraran los datos con otra fuente porque esta página suele tener errores (tengamos en cuenta que es una enciclopedia de edición abierta).
Damos comienzo a la exposición oral. Cada integrante, previamente elegido por sus compañeros del grupo, lee el decálogo que les tocó y los datos del autor. Y otro de los compañeros lee lo que fueron registrando a partir de la lectura y análisis.
En el pizarrón tomo nota, en un cuadro comparativo, de todos los aspectos analizados para poder contrastar las semejanzas y diferencias entre los tres textos. Los alumnos lo copian en sus hojas.
Durante el último módulo
Les dicto la consigna para la producción: Escriban un decálogo del Mejor Héroe o del Peor Héroe (Antihéroe).
El momento de creación demanda mucha participación, volver a recorrer lo aprendido (para esto buscan en la carpeta los apuntes y trabajos sobre las definiciones de héroe, cómo se construye, cuáles son los valores que defiende, cómo lo hace, qué función tiene el héroe para su cultura y para la sociedad, etc.). Discuten sobre si conviene escribir para un héroe o para un antihéroe. La mayoría opta por este último por considerarlo más adecuado para este ejercicio, “el héroe fue muy trabajado”. El grupo que optó por el héroe decidió apelar a los estereotipos y mezclarlos con la teoría aprendida. En el caso de otro de los grupos, repararon en cómo construir el texto y tomaron el decálogo que les tocó como modelo. Algunos comienzan por afirmar qué debe hacer aquel que quiera ser un antihéroe, pero luego miran lo que habíamos anotado en el pizarrón y deciden cambiar algunos de los consejos por la negación. Otros volvieron sobre el texto “El guacho Martín Fierro” de Oscar Fariña.
Finaliza la hora, me entregan las producciones pero no podemos realizar un intercambio. Nos queda pendiente compartir y hacer la devolución correspondiente.
Destaco la capacidad de trabajo de los alumnos con los que pudimos superar el obstáculo del “desinterés crónico”. La clase fue muy productiva para todos.

Jano, dios de las dos caras


 
DECÁLOGO DEL PEOR HÉROE (ANTIHÉROE)

I
Cree en la maldad como en un dios mismo.

II
Cree en tu arte del desinterés y a la bondad no sueñes dominarla.

III
Resiste al querer ayudar y cierra tus ojos al que esté en peligro.

IV
Al débil que tenga problemas, no te preocupes por ir en su defensa. Sigue caminando sin interés.

V
Empieza a hacer el mal sin importarte nada ni nadie. El interés te hará cometer errores.

VI
Si realizas el bien comenzarás a sentirte extraño.

VII
No ayudes a nadie sin importar su estado, su pena o forma de vida.

VIII
No seas amable con ninguna persona y dale la espalda a aquel que trate de acercarse a ti.

IX
Cree sólo en ti, los demás no merecen tu ayuda ni compasión.

X
Haz el mal a todos por igual.


Milagros Paz, Facundo Magariños, Rocío Riquel,
Brenda Diluqui, Lautaro Valenzuela y Brenda Orellana
4° 1° ARVIS
E.E.S. N° 4 “Leonardo Da Vinci” – Libertad




DECÁLOGO DEL HÉROE
Autor: El Negro Waldo y su manada

I
Déjate picar por una araña.

II
Tienes que ser valiente.

III
En ninguna circunstancia te olvides de los indefensos.

IV
Sé humilde y tendrás grandeza.

V
Debes ser astuto.

VI
Hay que tener coraje y mucho valor.

VII
Tienes que representar a tu cultura.

VIII
Exalta las virtudes del grupo.

IX
Tienes que ser respetuoso con todas las personas.

X
Tienes que tener súper fuerzas.


Verónica Robles, Celeste Acosta, Andrés Meza,
Fernando De la Iglesia, Tomás Montoya y Waldo Lobo
4° 1° ARVIS
E.E.S. N° 4 “Leonardo Da Vinci” – Libertad


domingo, 15 de noviembre de 2015

Decálogo del amante

CRÓNICA DEL ENCUENTRO DE TALLER DE LECTURA Y ESCRITURA

Nos Encontramos en la Biblioteca de la Escuela de Educación Secundaria N° 4 “Leonardo Da Vinci”, como todos los miércoles, dentro del espacio propuesto por el Plan Mejora. Vamos a compartir dos horas reloj. El grupo es reducido. Por diversos motivos sólo asistieron dos alumnos al taller.
Rodeados de libros y el murmullo constante de aquellos que concurren a este lugar en busca de material, consejos, sugerencias y compañía; compartimos, durante los primeros 20 minutos, la mesa de trabajo con otro profesor del área de inglés que da clases de apoyo.
Cada encuentro propone el trabajo con formas distintas de escritura a partir de la lectura de textos seleccionados. En este, partimos de la lectura de los decálogos: Decálogo del perfecto cuentista de Horacio Quiroga, El decálogo más uno de Juan Carlos Onetti, Decálogo del escritor de Augusto Monterroso. Luego de la lectura individual y en voz baja, reflexionamos sobre algunos aspectos de los textos: ¿qué tema desarrolla?, ¿quién es el emisor y quiénes son los receptores?, ¿cuál es el propósito de este texto?, ¿cómo está organizado?, ¿el texto explica, argumenta o da una instrucción?, ¿cuáles son las características de este tipo de texto (persona a la que se dirige, modo verbal, tiempo verbal, uso de la ironía, etc.? Previamente se les indicó por escrito que observaran estos aspectos y que tomaran nota de ellos. No toman nota pero el análisis oral da cuenta de la observación sobre lo propuesto. También se suma la valoración subjetiva de cada uno respecto de lo leído. Surge la duda sobre el tipo de secuencia. Uno opinaba que explicaba y el otro que daba instrucciones. Charlamos sobre las particularidades de cada secuencia, incluida la argumentativa. Volvimos a leer para decidir cuál era la secuencia predominante: si se parecía más a una clase teórica, a una página de un libro de Biología, o a una receta de cocina.
Finalizado este momento, abrimos paso a la creación. Se escribe la consigna: Creá un decálogo. Podés elegir entre algunas de estas opciones:
·         Decálogo del mejor compañero
·         Decálogo del peor compañero
·         Decálogo del mejor tallerista
·         Decálogo del peor tallerista
·         Decálogo del mejor profesor
·         Decálogo del peor profesor
Los alumnos preguntan si pueden escribir un decálogo sobre otros temas. Se les permite que elijan libremente.
Es muy interesante el resultado de las producciones: Decálogo del amante y Decálogo de la vida ya que aquel que da consejos o que establece preceptos se supone que es un entendido en la materia y que tiene la autoridad suficiente como para indicar el camino. Queda claro que, en la escritura, jugamos a ser otro.

Leemos los decálogos. El primero está completo, mientras que el segundo requiere de un poco más de tiempo para concluirlo. De todos modos, abordamos aquellos aspectos antes analizados en los decálogos que leímos para ver en qué medida fueron respetados o no, cuál es la persona a la que se dirigen, si se puede identificar cuál es el receptor ideal, etc.

Decálogo del amante

El beso (1908) de Gustav Klimt

I
No te enamores de un nombre solamente. Enamórate de todo lo que ese nombre abarca.

II
No quieras defectos o virtudes. Un defecto puede desaparecer y una virtud cambiar.

III
Comparte tu calor. No busques que te den calidez ni darla toda vos.

IV
Aprende a medir la distancia y el tiempo. No es buena la ausencia de una como tampoco así la manifestación prolongada del otro.

V
No ignores ninguna mirada. Siempre quieren decir más que lo que las palabras pueden.

VI
Escucha y habla para que te escuche. La otra persona tiene que contarte y comprenderte.

VII
Aprende que un abrazo es muchas veces mejor que un beso.

VIII
Confía. Si no confías, pregunta y aclárate tus dudas.

IX
Deja que “use” tu cuerpo y que tú puedas “usar” el suyo. Pero siempre cuidándolo y dejándote cuidar.

X
No te confundas ser un amante con ser el amante.


Gian Rodrigues
5° 1° Economía
Taller de lectura y escritura
E.E.S. N° 4 "Leonardo Da Vinci"